La última noche que canté, bailé y toqué contigo

Escrito por Carlos Illán. Fotos: Jayam. Vídeos: Juanjo Carrillo. 12 de agosto de 2019, lunes.

Los variados pronósticos sobre los ganadores fueron zanjados cuando, sobre las tres de la madrugada, se dieron a conocer los nombres de los ganadores de una edición del Cante de las Minas que se ha desarrollado más ágil y con mucho menos trasnoche que las que la precedieron. No faltaron las diferentes opiniones sobre que quede desierto un galardón.

Nombres propios: ‘El Mati’ hace bueno eso de que ‘quien la sigue la consigue’ y se embolsa 26.000 euros en la tierra que el Malacate dio a conocer hace unos meses y en la que se clasificó en la prueba selectiva que acogió Huerto Pío. ‘El Perrete’ vuelve a quedarse en puertas. El cartagenero Álex Solano, como instrumentista, conquista un premio para la comarca, algo muy inusual; y Blanca del Rey recibió el primer Desplante honorífico de la historia.


Diez de agosto a las diez de la noche. Es la hora, la gran final del 59 Festival de Cante de las Minas va a comenzar. A las ilusiones y temores de unos y otros les queda poco para materializarse en un sentido o en otro. Mientras, los pronósticos se suceden entre entendidos y no tanto. ‘A toro pasado’ todo era predecible, pero antes se escucha de todo. En este caso, unos respondían a nuestras preguntas con total seguridad respecto a que iba a ganar ‘El Mati’ y otros hacían lo mismo con ‘El Perrete’ , quien el pasado año se quedó cerca con un premio secundario de tres mil euros.

Matías López estuvo el pasado mes de enero en La Unión, donde, además de reivindicar la igualdad con un gran cartel, puso en pie con su voz a los asistentes al centro cultural Asensio Sáez en la apertura de la temporada de la asociación El Malacate Flamenco. Regresó a La Unión hace unas semanas para afrontar la fase clasificatoria del Cante de las Minas, que por vez primera tenía como marco el emblemático e histórico Huerto Pío.
‘la-union-ciudad-del-cante-y-minera.es’ recuerda esa actuación en una grabación efectuada desde el aire con dron:


Anteanoche, sobre las tablas de la Catedral del Cante, comenzó con guiños a La Unión, como, por ejemplo, las referencias hacia el arte que han dejado latente la cantaora Encarnación Fernández y su padre, el guitarrista Antonio Fernández. Muy pronto arrancó ‘oles’ entre los espectadores, quienes le tributaron fuertes ovaciones. No era la primera vez que estaba en el Festival del Cante de las Minas, figurando en su palmarés premios Filón y Desplante, pero la gloria la da la Lámpara Minera. El jurado decidió otorgarle el premio dotado con 16.000 euros “por su mayor dominio y conocimiento de los cantes mineros y haber demostrado su solvencia en otros estilos flamencos”. También ganó los primeros premios de Mineras (5.000 euros) y Cantes Bajo Andaluces (5.000 euros), por su interpretación de Seguiriya y Tientos.

‘El Mati’, quien dedicó este Gran Premio a “la vida, al amor y a la libertad”, cumplirá en breve (19 de agosto) la edad de 34 años. Es hijo de padres extremeños (Badajoz) que marcharon en busca de trabajo a Barcelona, donde nació. También de esa tierra es Olga Aznar, la ganadora del premio Desplante femenino. No es habitual que Andalucía, de donde brotan más artistas, no sea la que más premios se lleve en los concursos flamencos. Esta vez, en La Unión, sólo ha saboreado uno de cuatro con el guitarrista granadino José Fermín Fernández. 

Volvemos a las quinielas. El nivel de las bailaoras fue muy bueno, pero quizás Olga Aznar logró conectar con el público (muy buena entrada) mejor que la sevillana Paula Comitre. Otra categoría de gran calidad fue la de instrumentistas. Realmente, esta sección rara vez defrauda en el Festival. En esta ocasión pugnaban dos instrumentos muy diferentes: la marimba y el saxo. Un cartagenero estaba en la final, Alejandro Solano, lo que supuso la presencia de un buen número de allegados dentro de la Catedral. Lo hizo genial, pero los que se las prometían tan felices comenzaron a no tenerlo tan claro tras escuchar al saxofonista valenciano José Javier Pérez. El jurado se decidió por Solano, quien puede presumir de llevarse este premio por ser ‘el mejor’ y no por ser el ‘menos malo’. Ha sido el único representante de la Región de Murcia en un festival donde desde hace tiempo es muy raro ver a alguien de residencia próxima entre sus semifinalistas y, mucho menos, en la gran final.

La 59 edición se ha quedado sin inquilino en el vagón de mejor bailaor masculino. Como es evidente, al respecto existe debate entre los que piensan que si no hay nivel no hay porqué dar un premio y entre los que sostienen que si el artista no vale no debe estar ni en semifinales y los que piensan que el premio debe otorgarse al mejor de los aspirantes de cada año, al margen del nivel global e histórico. Las opiniones, como exponemos, son variadas. Hay quien recuerda que los que clasifican para semifinales no son las mismas personas que forman parte del jurado de estas fechas y que eso influye.

También hay otros debates, como el criterio de los jueces. ¿Qué debe imperar el purismo flamenco o la capacidad del artista de llegar al público? No siempre van unidos. Entre los que abogan por el flamenco más en esencia y los que recuerdan que se trata de un espectáculo dirigido a los espectadores también hay exposiciones diferentes.



Blanca del Rey (bailaora y propietaria del Corral de la Morería), Francisco Paredes (flamencólogo y trovero), José Manuel Gamboa (flamencólogo, productor musical, crítico y escritor); Pedro Ojesto (pianista) y Paco Cayuela (flamencólogo) forman el jurado de este año. Uno de ellos también fue noticia anoche por otro motivo. Nos referimos a Blanca del Rey, quien recibió, de manos del alcalde, el premio ‘Desplante de honor’ por su trayectoria como bailaora en el escenario en el que se despidió. Es la primera ocasión en la historia del certamen que se entrega este galardón.

Merece ser destacado otro capítulo, el de los tiempos. Ha sido el Festival del Cante de las Minas más ágil. En la final se podría exponer que no hubo baile masculino y sólo un finalista con guitarra, pero aún así se acabó antes de lo esperado (sobre la una de la madrugada). Lo mismo ha sucedido en semifinales, en las que no se ha tenido que trasnochar tanto. Algo ha pasado (no sé qué), pero el hecho es que ha sido un certamen más vivo en el capítulo de los tiempos.

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