Un Jueves Santo diferente para la historia

Escrito por Juanjo Carrillo. 10 de abril de 2020, viernes.

La Unión y Portmán se quedaron sin sus tradicionales procesiones debido a la situación generada por el Covid-19, pero los vecinos ofrecieron un derroche de sentimiento e imaginación que quedará en la memoria de los próximos tiempos.


'la-union-ciudad-del-cante-y-minera.es' y La Unión de Hoy muestran una noche procesionista muy singular en ambas localidades, que también pasará a la historia por cómo los vecinos cubrieron el vacío con una ingeniosa y sentidas iniciativas.

Comenzamos el reportaje en Portmán. A las nueve de la noche, desde la ventana de Dj Rául, la megafonía propaga por las calle la voz de una desgarradora saeta de Paco Severo. Con el sonido del tambor procesionista, recorremos el pueblo, en el que se observa a residentes mostrando las luces (velas, linternas y teléfonos móviles) que han solicitado los cofrades locales. Incluso, en un balcón emerge la figura de un nazareno con capirote en esta noche. Mientras suena la Salve, llegamos a la iglesia de Santiago, donde hubiese partido la procesión del Silencio.

Nos trasladamos a La Unión, deteniéndonos en la calle Tetuán, donde los vecinos desde sus hogares cantan una sentida Salva. “¡Mañana, a la misma hora!”, se escucha al finalizar el canto.  

El siguiente capítulo impresiona. Con el golpe de tambor de fondo, desde un balcón un procesionista ofrece una alocución sobre la Procesión del Cristo de los Mineros, centrado en su sentir histórico. A continuación ofrecen la ‘celebración de la Semana Santa 2020’ con un formato sin precedentes. Representan a tres agrupaciones con solera, como son Cristo de los Mineros, Virgen de la Soledad y San Juan, a los que se suma, de forma simpática, una cuarta surgida este año desde el confinamiento impuesto por el coronavirus: la agrupación de la ‘Santísima Virgen de la Cuarentena recluida en su domicilio’. Son artesanales tronos en miniatura. La Soledad, entre algún grito de “¡guapa!” baja hasta la calzada. Después, junto al sonido del tambor, la saeta, de un cohete y de una marcha pasionaria (todo grabado), lo hacen San Juan y culmina el Cristo de los Mineros.  Por el otro lado de la calle llega al encuentro el novedoso trono, creado sobre un coche teledirigido y poblado por pequeños ‘capirotes’. Viva la imaginación.

El cuarto y último capítulo se ubica en la Urbanización Turmalina, con múisca en directo de tambores y cantos, aderezado por marchas procesionistas. Parece que en cualquier momento va a surgir la procesión. Culmina con el grito colectivo de los residentes de vivas al Cristo de los Mineros, a la ‘Virgen guapa’ y a La Unión.

Ha sido el Jueves Santo de la Semana Santa confinada de 2020 en nuestro municipio.

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