Olvidados por la historia: Santos Martínez Saura

Santos Martínez, detrás de Manuel Azaña y a la derecha de lector, en Madrid

Es un personaje desconocido para la inmensa mayoría de unionenses, pero que no debe ser olvidado por su pueblo. Fue una persona muy activa en la política, con protagonismo a nivel local y nacional, como muestra que fue secretario personal de Manuel Azaña. En el capítulo cultural también destacó, ya no sólo por su faceta literaria y su amistad con conocidos intelectuales, como García Lorca y Valle-Inclán, entre otros, sino como director de varios teatros nacionales. Falleció a los 92 años de edad en México, donde fue enterrado.   



Santos Martínez nació el 13 de mayo de 1909 en La Unión (Región de Murcia). Criado en el seno de una familia bien posicionada, su padre, Arturo Martínez Murcia fue concejal y dirigente de Izquierda Republicana en la vecina ciudad de Cartagena. Además, su tío, Joaquín Martínez Saura era director del Semanario Unionense (diario semanal que se publicó durante 1925-1927).

Siendo estudiante de Medicina en Madrid, se incorporó al ateneo de la ciudad y al sindicato estudiantil FUE. Precisamente sería en la universidad donde haría amistad con unos de sus profesores, Juan Negrín, mantendrían una importante relación durante los años de la guerra y el exilio. Estas actividades contra el Régimen de Primo de Rivera le acarrean un breve periodo de destierro y encarcelamiento en la prisión Modelo de Madrid.

Fue precisamente en las reuniones donde se conspiraba, donde conoció a algunos de los intelectuales de la época: Federico García Lorca, Ramón del Valle-Inclán, Luis Bello…

Una vez liberado, no pudo regresar a la ciudad de Madrid hasta la proclamación de la II República. Durante esos años se alojó en Cartagena donde presenció la salida de Alfonso XIII.

En cuanto a La Unión, Santos llevo a cabo infinidad de actos políticos para partidos republicanos y contribuyó a la victoria de Juan Sánchez Blaya en las elecciones de 1931.

Tras el encarcelamiento de Azaña, se unió a Cipriano Cherif Rivas en la campaña organizada para liberar al exjefe de gobierno. En 1935 se convierte en secretario particular de Manuel Azaña y se encarga de la protección de este.

Tras la victoria del Frente Popular desempeñaría la secretaria de Azaña como presidente del gobierno y posteriormente como presidente de la república.

Durante los años de la Guerra Civil, Santos acompañó a Manuel Azaña en las distintas residencias que tuvo a lo largo del conflicto. También llevó a cabo labores humanitarias, como es la liberación de unos monjes agustinos.

Un 5 de febrero de 1939 cruzó junto con el presidente la frontera francesa. Exiliado en México en diciembre de 1939, consiguió muy pronto hacerse hueco en la industria cinematográfica. De hecho, dirigió varios teatros nacionales. Presidió durante varios años el Centro Republicano Español, alternando su actividad política con la literaria.


México 1960. Santos Martínez, junto a los generales republicanos Leopoldo Menéndez y Juan Hernández Saravia

Finalmente, Santos Martínez Saura falleció el 22 de diciembre de 1997, siendo enterrado en la cripta de la Catedral de Ciudad de México. Santos dejo importantes obras: 'Memorias del secretario de Azaña' y 'Espina, Lorca, Unamuno y Valle-Inclán en la política de su tiempo'.

Santos Martínez Saura es un desconocido para su pueblo y su Región. Su persona tan apreciada en muchos lugares es apenas conocida en su ciudad natal. Este artículo pretende rendir el homenaje que se merece una figura histórica de tal importancia.

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