Bahía de Portman

                                   

"Es uno de los lugares más duros de los que he conocido en mi vida"

Nacho Navarro, colaborador de 'Cuarto milenio', que dirige Íker Jiménez, ha estado en el interior de las minas de la sierra minera de La Unión para ofrecer a los televidentes un reportaje sobre 'los niños de la gavia' (comenzaban a trabajar desde los 8 años de edad de forma oficial, aunque algunos lo hacían antes) y los mil pozo si cerrar que hay, lo que supone un gran peligro, algunos con profundidades de hasta medio kilómetro.


El programa emitido anoche fue presentado por 'Cuarto milenio' con el siguiente texto:

En la nueva sección de ‘Abandonalia’, Nacho Navarro viaja hasta la Región de Murcia, concretamente hasta La Unión, para mostrar algunos de los 1.100 pozos sin cerrar ni protección alguna que están desperdigados por la zona: “Es de los sitios que he pasado miedo”, confiesa el colaborador de ‘Cuarto Milenio’.

La profundidad de estos pozos puede ser de hasta cuatrocientos/quinientos metros, lo que impresiona bastante (sobre todo si se camina de noche por allí). Para hablar del origen de estos pozos, hay que hablar de la minería y del trabajo infantil que se llevó a cabo hace muchos años: empezaban a los ocho años y la edad media era de dieciséis.

De hecho, nos cuenta Navarro, las familias llegaban a falsificar las partidas de nacimiento de estos niños para que empezaran a trabajar antes y a todos los trabajadores (tanto niños como adultos) se les pagaba con vales que solo podían gastar en las propiedades y los mercados de la propiedad de las minas.
Publicidad


Nacho Navarro muestra todo lo que ha grabado al visitar estas antiguas minas, pero, lo más impresionante, es ver la profundidad de los pozos que hay alrededor. De hecho, al no estar cerrados, puedes estar tranquilamente paseando por la zona y terminar dentro de uno de ellos, a 500 metros de profundidad.


🖌️ Texto en el que se respeta íntegramente contenido, redacción y ortografía


PD: Algunos unionenses que han visto el programa exponen que el reportero y Silvia, quien lleva la cámara, deberían haber tomado protecciones, pues han corrido el peligro de haberse quedado sin oxigeno, sufrir daños en la piel o haberse perdido.

Imprimir Correo electrónico