Augusto Lezcano justifica su liderazgo en las cuestas de Portmán
El valenciano de Escudería Carthago, quien ya fue el vencedor en 2024 del regreso de este rally, sacó más de seis segundos de ventaja a su compañero Antonio Llamusí y sigue líder del Campeonato de Montaña de la Región de Murcia. La sexta edición de la prueba por la sierra minera reunió a 21 pilotos. En la foto, un grupo de aficionados observa el paso del que resultaría ganador
- PB: Autoescuela Nueva Atalaya y Hotel Portmán, entre los colaboradores
Augusto Lezcano Peñaba está viviendo un año pletórico, pues a su paternidad se suma la ley que sigue imponiendo en el campeonato autonómico de automovilismo, en la modalidad de rally de montaña, donde cogió el primer puesto de la clasificación general en la prueba disputada en mayo en Mazarrón, lo ratificó al mes siguiente en Moratalla y ayer lo reforzó en la sexta edición de la 'Subida de Portmán', donde ya había ganado el pasado año, cuando la carrera se recuperó tras años ausente.
El valenciano (dorsal 1), que continúa a los mandos de un Norma M20FC, no pudo repetir la marca de 1 minuto, 40 segundos y 432 centésimas de 2024, pero le fue 1º42"679 para imponerse a su compañero de equipo Antonio Llamusí Picó (dorsal 2 con un modelo NOVA NP03), quien firmó 1'48"913. Este orden es el mismo que se ha registrado en las tres carreras disputadas este año, quedando por celebrar la Subida a la Santa de Totana y la carrera de Campo López en noviembre.
La categoría I, reservada a turismos, y la división 'Car-cross' tuvo como vencedores, respectivamente, a Miguel Ángel Clemente (Escudería del Mármol con Porsche 911 GT3 CUP) y Salvador Merlos (AC Zarcilla de Ramos con YACAR YACAR).
Participaron pilotos de Cartagena, Totana, Almería, Lorca, Moratalla, Rincón de Seca y Granada.
Destacar de la prueba que se cortó la carretera entre la Esperanza y Portmán a las 12.30 horas a la altura del cruce con El Gorguel-Escombreras, situándose a unos trescientos metros la línea de meta. Hubo puntualidad en el inicio a la una y media con la primera tanda de ensayos. Después hubo una segunda antes de acometer las dos subidas oficiales definitivas cronometradas. Acabó pasadas las cinco de la tarde.
También hay que reseñar la presencia de numerosas familias por diferentes puntos de la sierra minera, especialmente en puntos elevados, por seguridad, para seguir las evoluciones de los pilotos. Algunos estaban con silletas, mesas de playa y nevera en la soleada jornada.