«Pencho Cros es alma viva de La Unión»
Con esa afirmación concluyó Gonzalo Wandosell la amena conferencia que ofreció el ilustre cantaor unionense, del que resaltó su vertiente personal por encima del flamenco. “Un caballero sin espada; todo un señor con una sabiduría innata”.
Las conferencias que ofrece el cronista oficial de La Unión, Gonzalo Wandosell Fernández de Bobadilla, son, por regla general, breves pero cargadas de contenido y con una estructura que enseguida asimila el oyente, lo que las hace muy entretenidas. En este caso, el sujeto de su alocución en el salón de actos de la Casa del Piñón era alguien con el que tuvo un primer contacto personal en la Bodega Lloret, siendo presentado por el recordado Jesús. Se trataba de Pencho Cros y el encuentro duró unos cuarenta minutos, quedando Gonzalo Wandosell cautivado por la persona que acababa de conocer, por lo que, incluso, apuntó varias de las cosas que le dijo. “Lo primero es antes”, por ejemplo, fue una de las frases que desde entonces tiene muy presente.
Cuando sale el nombre de Pencho Cross, a todos enseguida nos viene a la mente las tres ‘lámparas mineras’ del Cante de las Minas que conquistó, en una gesta todavía sin igualar, pero detrás del cantaor había mucho más, como bien expuso el cronista, quien a los asistentes avisó que su charla iba a ser “una semblanza de Pencho Cros como persona, sin tocar el flamenco”, remarcando que era “un ‘collage’ hecho con el corazón”.
La primera escala de su oratorio fue situar a los presentes sobre el cuándo nació. Fue en 1925 y de ahí que estemos ahora celebrando el centenario de la llegada al mundo por La Unión. Fue el ‘Año de la luz’ ha aseverando Wandosell, pese a que choca ese calificativo cuando era época de crisis minera y de un ayuntamiento arruinado, “pero fue un oasis dentro de ese panorama”, ha indicado el cronista, recordando que en ese ejercicio se crearon muchos empleos al reabrirse varias explotaciones y la labor del joven alcalde José Páez Ríos (29 años de edad) en actuaciones como el establecimiento del alumbrado eléctrico en la calle Mayor y en otros puntos del municipio, además de otros hechos a recordar como fueron el origen del Camino del 33, el acuerdo para crear la biblioteca municipal, el apoyo a la Semana Santa o la celebración de una de las mejores ediciones de las Fiestas del Rosario.
El segundo capítulo es para el árbol genealógico de Pencho Cros. Sus antepasados eran de Alcora (Castellón), Pozo Estrecho, Alumbres, Cartagena, Sangonera y El Palmar, siendo ya nativos de La Unión sus progenitoes. “Los de La Unión venimos de muchos lugares”, aseveró Gonzalo de Wandosell, recordando que en 1847 la población era de un millar de personas y que si creció hasta ser declarada ciudad fue por la llegada de gentes de otras tierras. En 1951 fue cuando Pencho Cros contrajo matrimonio con Isabel Zaplana Ruiz, siendo 10 hijos el fruto de esa relación y de los que tuvieron 21 nietos y ya van por 22 biznietos.
Y faltaba el ‘quién era Fulgencio Cros Aguirre’, por lo que Gonzalo de Wandosell ha optado por transmitirlo a los asistentes a través de 5 apartados: Pencho y yo / Indomable Pencho Cros / Anatomía de un padre / Retrato del artista de la verdad / Epílogo
La semblanza ha sido una sucesión de parabienes para quien fue pregonero del Cante de las Minas en su 32 edición, pero avalados esos elogios tanto en la experiencia propia con Pencho Cros como en lo recogido de familiares y amigos. “Serio y duro por fuera, con resguardada nobleza, como mostraban sus ojos”, afirmó sobre quien decía que La Unión “nació de la tragedia y del dolor, pero con luces de esperanza”.
Además de apuntar alguna anécdota, como la que se refiere a que chocó con su cabeza contra un cableado y dejó a media ciudad sin luz, resaltó su forma de ser, de pensar y de expresarse. “Era dueño absoluto de sus silencios y con una caballerosidad impropia para su época; todo un señor, nada engreído, que hablaba poco pero concreto (…) Gran lector, tenía una sabiduría innata y un gran respeto hacia los demás”, expresó el cronista en su conferencia. “Y no era sólo cantaor, era artista, pues también pintaba y restauraba, además de crear en su día un grupo de teatro”, continuó desvelando. “Gran defensor del cante y la mina, era un caballero sin espada en defensa del cante jondo de La Unión; un caballero sin espada cuya arma era su voz”, expresó sobre quien es uno de los moradores del ‘olimpo de La Unión’.
El aplauso de todos los presentes puso broche a la conferencia ‘Pencho Cros: un caballero sin espada’, que es el resultado tanto de la investigación como de la admiración hacia quien falleció en 2007 dejando una de las huellas más ‘jondas’ que hay en suelo unionense.
La velada acabó con el flamenco que ofreció la voz de José Antonio Chacón, un algecireño que lleva 10 años en la Región de Murcia y que ejerce como profesor en el Conservatorio de Cartagena, como dio a conocer Julio García Cegarra, director del Festival del Cante de las Minas. Junto a él, el estupendo toque del unionense Pablo Barrionuevo completó otra cita con mucha esencia de esta tierra y su gente.