Nueva etiqueta energética

Los consumidores han empezado en los últimos días a encontrar en los nuevos frigoríficos, lavadoras, lavavajillas, pantallas y monitores una nueva etiqueta diseñada para promover aparatos más eficientes. La nueva etiqueta energética también tiene un código de colores, pero ahora la máxima eficiencia se distingue con una A (sin más), y será superior a las antiguas A+, A++ y A+++, que desaparecen. Los comercios tienen de plazo hasta final de año para agotar sus existencias de electrodomésticos con etiquetas antiguas.



A partir de hoy lunes, los nuevos modelos de frigoríficos, lavavajillas, lavadoras, pantallas y monitores que se comercialicen en la Unión Europea deberán incluir una nueva etiqueta energética. Y es que la continua mejora de la eficiencia de los electrodomésticos ha terminado por dejar anticuadas las clases energéticas introducidas en 2010.

La nueva etiqueta energética es visualmente muy parecida a la actual. Incluye un código de colores con letras que identifica el grado de eficiencia: de la A (máxima eficiencia) a la G (mínima eficiencia). Pero desaparecen las categorías A+, A++ y A+++. Y el nuevo método de cálculo para asignar las nuevas identificaciones cambia y es más exigente, dejando de tener correspondencia con el antiguo. De hecho, es probable que muy pocos aparatos consigan ahora una A (máxima eficiencia). Porque lo que se pretende precisamente es incentivar a los fabricantes a continuar desarrollando aparatos cada vez más eficientes. De hecho, se calcula que el nuevo etiquetado ayude a ahorrar 200 TWh de energía al año en la Unión Europea, lo que es equivalente a toda la energía consumida por los países bálticos en el mismo periodo.

Eso sí, los consumidores deben saber que los comercios tienen de plazo hasta final de año para agotar sus existencias de electrodomésticos con etiquetas antiguas. Es importante tenerlo en cuenta, ya que durante los próximos meses convivirán aparatos similares con distinto tipo de etiqueta y valores no comparables.

Con el fin de ayudar a los consumidores en este proceso de cambio, OCU ha desarrollado una página web  donde el consumidor podrá conocer la eficiencia real de sus electrodomésticos y compararla con la de los modelos más eficientes que se comercializan actualmente. Se trata de una iniciativa impulsada por el Proyecto BELT que permite calcular el margen de ahorro energético que supondría sustituirlos por otros nuevos de clase A o B según el nuevo etiquetado.

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