Mercado Público: 122 años de ladrillo, vidrieras, hierro fundido y piedra artificial

Nuestro edificio mas emblemático y representativo del municipio minero está de aniversario, pues hoy cumple un año más, ciento doce desde que nuestros gobernantes de la época de principios del siglo XX, decidieran buscar solar y arquitecto para realizar las obras de un nuevo Mercado y este se finalizara.

Fotografía del día de su inauguración en 1908 (Archivo de Francisco Silvente)


El anterior mercado y lonja que hubo, de aspecto sencillo, era una nave de planta rectangular, con la central de más altura que las de los laterales, de techos a dos aguas, de aspecto muy parecido a una de las naves de La Maquinista de Levante, en cuanto a forma arquitectónica, aunque de menor altura. Los materiales utilizados para el edificio fueron, el mortero y la madera en su mayoría.

Dicho mercado viejo, en contra de lo que se ha escrito por ahí, estuvo situado en donde hoy día es la plaza Joaquín Costa, no como algunos datos describen, que estuvo en la calle Mayor donde está la casa Rentero. Ocupaba algo menos, de medio solar de la actual replaceta y detrás de él, se encontraba la plaza de la Libertad, de terreno virgen y basto, más hacia el sur, un gran solar en el que hubo un pozo con noria (malacate), frente a el, la veinteañera, (en el momento de la inauguración del nuevo Mercado Público),estación del ferrocarril, conocida como “Estación Mercado”. Todo propiedad del señor Eduardo Rentero Bosch, empresario minero afincado junto a su familia en el municipio de La Unión, dueño y heredero de varios terrenos desde la falda del monte hasta la calle mayor.

De todos es sabido, por la prensa escrita y la tradición hablada o contada, que aquel viejo Mercado tuvo problemas con la higiene desde el principio de su actividad, la higiene en sus puestos de venta no eran muy saludable y continuas inspecciones intentaban regular su funcionamiento, exigiendo más limpieza de la usual.

En el año 1869, los propietarios de los terrenos que ocupaban la plaza de la Libertad, José Vidal Cáceres, Eduardo Rentero Bosch y José Boracinos, ceden sus solares para construir una plaza Pública, tras empatar en la subasta. El Ayuntamiento de la recién formada villa de La Unión, encargan el 7 de julio de 1869, al Arquitecto municipal de la ciudad de Cartagena D. Carlos Mancha Escobar, que realice un proyecto para la construcción de una Plaza de Verduras, Carnicería y Pescadería. Se elabora un plano y un proyecto, adjunto una memoria y un presupuesto con el coste de las obras del Mercado y Lonja (situada, donde mismo hoy se encuentra el Mercado Público), para enclavarlo frente a la calle Mayor, siendo aprobado por la Diputación Provincial el 26 de julio de 1870.

La adjudicación de las obras tras salir a subasta, son rematadas a favor del señor D. Sebastián López, el cual dos meses después cede a D. Silvestre Romero, todos sus derechos referentes al contrato de obras del Mercado y éste a su vez pasado siete meses cede también a D. Antonio Moreno Gallego. En ese transcurso del año 1871, Eduardo Rentero, decide ceder al municipio de La Unión, parte de sus terrenos para desanche y calles alrededor de la Lonja, pues haciendo caso de la petición del Arquitecto Carlos Mancha, se necesitaba mas terreno, unas 800 varas, para la edificación de la Lonja ( 600 metros cuadrados aprox.) En el año 1871 se termina e inaugura el nuevo edificio.

Llega el nuevo siglo y a principios de 1900, el municipio de La Unión, crece en cuanto a población y edificaciones, para ello había un plan de urbanización, se alinean las calles, se proyecta la idea de construir un nuevo Mercado, para derribar el que se había estado usando durante 30 años. Coincidiendo con dicha idea, Francisco Rentero Bianqui (hijo de Eduardo), presenta un proyecto de urbanización, aprobado por el Ayuntamiento el 11 de febrero de 1901, la idea de Rentero era urbanizar unos terrenos de su propiedad, situados en las calle Mayor, Taller, Porras y línea del tranvía (ferrocarril), así como cerrar la calle Lonja y formar una manzana limitada por las calles Lealtad y Noria, pero la comisión creada por el Ayuntamiento, para el estudio de la construcción del nuevo mercado, decide comprarle por 23.000 pesetas a Francisco Rentero unos terrenos frente a la Estación del tren (7-4-1902), además de adjudicarle que fuese él, quien se encargara de dicha construcción, hecho que sucede a mediados del año 1903, momento a partir del que comienzan las obras.

Encargan que las obras estén supervisadas y dirigidas por el Arquitecto D. Pedro Celdran Martínez y Rentero cede el contrato de ejecución de obras a D. Antonio Soler Rodríguez (22 Feb 1904). Ese mismo año deciden que se añada un cuerpo al edificio para que se destine a albergar la Lonja y Pescadería, es ahí, en el proyecto donde aparece la firma del Arquitecto, D. Víctor Beltrí Roqueta. El día 13 de Diciembre del año 1907, tras cuatro años de construcción, con altos y bajos por falta de dinero, reformas en la construcción, falta de material y varios accidentes de obreros durante su construcción, Pedro Cerdán comunicada al Ayuntamiento, la terminación de las obras del Mercado Público, no siendo habilitado hasta el día 3 de enero del año siguiente, obras que además de costar más dinero del previsto, pues se contrataron por 126.154 ptas. y a la ejecución ascendió a 384.254 pesetas con 47 céntimos, el Ayuntamiento tuvo que estar pagando con intereses durante años posteriores a D. Antonio Soler, la deuda del coste del Mercado, siendo liquidado su total, en el año 1925.

En su construcción se empleó mortero, ladrillo, hierro fundido y piedra artificial. Dividido en 20 casetas o puestos cubiertos al exterior en forma de celdillas “apersianadas”, otro elemento ornamental importante de destacar de su fachada, son los pináculos que se distribuyen a lo largo de los cornisamentos, redondos, apuntados o con forma de flor de lis, detalles típicos modernistas. En su interior, totalmente diáfano y de una planta, 26 celdillas de venta y 64 puestos en el centro, que estuvieron funcionando hasta finales de la década de los 70, cuatro escalinatas a ambos lados de las entradas Oeste y Este, con sus balaustradas que comunicaban con grandes sótanos en la planta, para la conservación de las mercancías que fueron objeto de comercio en la plaza y un amplio departamento para la venta de pescado, habiendo la debida separación entre artículos de distinta clase. Se sirvió para la iluminación, de las vidrieras de las naves laterales y de la cúpula, además de una gran farola que hubo en el centro. Su estructura de hierro forjado se elaboró en los talleres de la Maquinista de Levante, propiedad de Miguel Zapata, el “Tío Lobo”, grandes y delgadas columnas soportan dicha estructura. En las paredes del interior, 8 piletas de piedra artificial con grifos emanaban agua.

Aprovechando la existencia del pozo con abundante de agua, que existía en los terrenos ocupados por el Mercado se instaló un motor que distribuía el agua por todo el Mercado en cantidad necesaria para la limpieza diaria del mismo modo y para el abastecimiento de los vendedores, utilizada también para el riego de la calle Real, para la que estuvo conducida por una tubería instalada al efecto. Tuvo las dependencias necesarias para Inspección oficial y otras, inodoros en el exterior, etc.

El edificio de estilo modernista, como la gran mayoría de la arquitectura del siglo XX, tiene dos fachadas, dispone de una escalinata desde la plaza Libertad (a partir de 1911, Plaza Joaquín Costa), un pequeño cupulín en el que alberga una campana, un reloj en su fachada principal. Su cúpula es de planta octogonal y es por ello por lo que dispone de otras fachadas simétricas a ambos lados de la fachada principal, a modo de naves de planta rectangular en la que hay dos plantas con tejados a dos aguas.

Actualmente el edificio del Mercado Público y tras dejar de funcionar en los años setenta, como mercado de abastos, alberga las ediciones del Festival Internacional del Cante de las Minas, que se vienen desarrollando en tan emblemático edificio, desde el 15 de agosto del año 1978, que se celebraba la XVIII edición. Tras solicitud por parte del Ayuntamiento de La Unión a la Dirección General del Patrimonio Artístico de Archivo y Museos del Ministerio de Cultura, para la declaración de Monumento Nacional Histórico Artístico, del edificio del Mercado de Abastos de La Unión , sito en la Plaza Joaquín Costa, es declarado como BIC, el 10 de marzo de 1975

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