El flamenco está de luto

El cantaor Alfonso Paredes ‘Niño Alfonso’ ha sido una de las figuras más queridas del género de La Unión, lo que le llevó a recibir la 'Lámpara Minera Honorífica' en el año 2016, además de ser uno de los impulsores del Festival Internacional del Cante de las Minas. Hijo y nieto de minero, su voz cantó las tragedias del pozo.



La Unión y el mundo del flamenco lloran la pérdida de uno de sus cantaores más queridos como es Alfonso Paredes García, conocido como ‘Niño Alfonso’, quien ha fallecido hoy a los 87 años.

El también impulsor del Festival Internacional del Cante de las Minas, pasó toda su vida unido al flamenco, desde que a los seis años tuviera su primer contacto con el guitarrista profesional Vicente Vera. Hijo y nieto de minero, su vinculación con el Cante de las Minas le llevó a recibir un homenaje el 8 de agosto de 2001 en el festival, además de la Lámpara Minera Honorífica en 2016, reconociendo su contribución al mundo del flamenco y la proyección de La Unión como cuna de artistas del género.

Destaca en su carrera su nombramiento como socio de honor de la peña flamenca de La Unión, además de haber sido voz solista del himno del festival, estrenado en la edición de 1966.

Su nombre, y con ello su legado, figura en la Plaza Joaquín Costa (Avenida del Flamenco), donde comparte espacio con una placa honorífica con los grandes del flamenco como Diego El Cigala, Miguel Poveda, Vicente Amigo, Encarnación Fernández, Enrique Morente y Estrella Morente, entre muchos otros.  

Una vida dedicada al cante
Alfonso Paredes nació el 28 de abril de 1934 en La Unión. Hijo y nieto de minero, fue uno de las figuras que recuperó los cantes de la mina desde que a los 6 años tuviera su primer contacto con el guitarrista profesional Vicente Vera. Durante su juventud, obtuvo importantes premios en diferentes concursos de la Región de Murcia, destacando por su extenso repertorio en malagueñas, granaínas o fandangos que interpretó con un estilo muy personal.

Participó en prestigiosos concursos en los años 50, alternó con artistas de la talla de Pepe Marchena y formó parte del elenco de cantaores como Eleuterio Andreu, Miguel Caparrós o Pencho Cros, que junto al guitarrista Antonio Fernández, se convirtieron en pioneros de los cantes con cuchara organizado por Manuel Adorna que obtuvo el reconocimiento y premio de la cátedra de flamencología de Jerez por su labor divulgativa del cante.

Formó parte de la compañía flamenca “La Soleá” y fue el primer artista flamenco de la comarca en obtener el carné de artista profesional.

En 1966 viajó a Madrid a grabar un disco de cuatro cantes con la guitarra de Mariano Fernández, dos milongas de su creación, una personalísima minera basada en las formas cantaoras del Rojo, aprendidas de esa fuente inagotable que fue Antonio Piñana, y la cartagenera del Rojo el Alpargatero.

Destacan en su carrera actuaciones como la fiesta del 1 de mayo en el Valle Perdido de Murcia, el Festival de la Vendimia en Nimes (Francia), actuaciones en Linares y la provincia de Jaén junto a su amigo íntimo Canalejas de Puerto Real.

El ‘Niño Alfonso’ cantó las tragedias del pozo, habiendo sufrido la realidad de las minas en la figura de su padre.

Decía en 2001, cuando se le rindió homenaje, el entonces el director del Festival Cante de las Minas, José Joaquín Hernández, que "cuánto sabe el ‘Niño Alfonso’, solo lo podréis comprobar si habláis con él. De alegrías y de penas, de tragedia y sufrimiento...". Una noche en la que recibió el calor de su pueblo; un pueblo que ahora despide a una de las figuras que más ha defendido su tierra y su unión al flamenco. 


* Texto remitido en el que se respeta el contenido íntegro, la redacción y la ortografía


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